Max Klinger, que trabajó como pintor, escultor y artista gráfico, es considerado un importante representante del simbolismo. Nacido en Leipzig en 1857, su trayectoria artística le llevó primero a Karlsruhe, donde también se hizo un nombre como pianista. A partir de 1875 Klinger estudió en la Academia Prusiana de Artes en Berlín, donde descubrió el Adolph Menzel realista como modelo artístico. Después de completar con éxito sus estudios, Klinger participó en sus primeras exposiciones en Berlín, donde se centró principalmente en los dibujos a pluma y tinta. Un ejemplo de esto es "La Acción": un patinador sobre hielo se inclina después de que un guante que una dama que patinaba delante de él había perdido.
Klinger era considerado un artista solitario, sin importar si vivía en Berlín, Bruselas o París. Teóricamente, trató ampliamente con las teorías de Darwin. El pintor español Francisco de Goya y el caricaturista francés Daumier, así como el simbolista Pauvis de Chavannes fueron grandes modelos para él. En la propia obra de Klinger, el elemento simbolista puede reconocerse claramente. El inconsciente, lo fantástico, lo decorativo y el paisaje del alma son evidentes en su serie "Madre Muerta" o "La Plaga". Numerosos viajes llevaron a Klinger a España, Italia, Inglaterra, Grecia y los Países Bajos. Un encuentro con Rodin en 1900 fue formativo.
Max Klinger es considerado un gran escultor. La piedra multicolor, las esculturas de tamaño real y la vivacidad eran importantes para él. "Paisaje de verano" y "Barranco de las rocas", por otro lado, demuestran que Klinger también era un maestro de los tonos delicados. La decadencia y la belleza están estrechamente relacionadas en el trabajo de los Simbolistas. Munch, Barlach, Beckmann: todos se refirieron a Klinger, que no sólo era un talentoso artista gráfico y valiente escultor, sino también un intelectual interesado.
Max Klinger, que trabajó como pintor, escultor y artista gráfico, es considerado un importante representante del simbolismo. Nacido en Leipzig en 1857, su trayectoria artística le llevó primero a Karlsruhe, donde también se hizo un nombre como pianista. A partir de 1875 Klinger estudió en la Academia Prusiana de Artes en Berlín, donde descubrió el Adolph Menzel realista como modelo artístico. Después de completar con éxito sus estudios, Klinger participó en sus primeras exposiciones en Berlín, donde se centró principalmente en los dibujos a pluma y tinta. Un ejemplo de esto es "La Acción": un patinador sobre hielo se inclina después de que un guante que una dama que patinaba delante de él había perdido.
Klinger era considerado un artista solitario, sin importar si vivía en Berlín, Bruselas o París. Teóricamente, trató ampliamente con las teorías de Darwin. El pintor español Francisco de Goya y el caricaturista francés Daumier, así como el simbolista Pauvis de Chavannes fueron grandes modelos para él. En la propia obra de Klinger, el elemento simbolista puede reconocerse claramente. El inconsciente, lo fantástico, lo decorativo y el paisaje del alma son evidentes en su serie "Madre Muerta" o "La Plaga". Numerosos viajes llevaron a Klinger a España, Italia, Inglaterra, Grecia y los Países Bajos. Un encuentro con Rodin en 1900 fue formativo.
Max Klinger es considerado un gran escultor. La piedra multicolor, las esculturas de tamaño real y la vivacidad eran importantes para él. "Paisaje de verano" y "Barranco de las rocas", por otro lado, demuestran que Klinger también era un maestro de los tonos delicados. La decadencia y la belleza están estrechamente relacionadas en el trabajo de los Simbolistas. Munch, Barlach, Beckmann: todos se refirieron a Klinger, que no sólo era un talentoso artista gráfico y valiente escultor, sino también un intelectual interesado.
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