Diego Velázquez, nacido en Sevilla el 6 de junio de 1599, sigue siendo considerado uno de los retratistas más importantes de su época. Trabajó principalmente como pintor en la corte del rey español Felipe IV, donde creó la que probablemente sea su obra más conocida, "Las Meninas" (La familia real).
Diego Velázquez fue alumno de Peter Paul Rubens. Más tarde fue nombrado conservador de la Colección de Arte Real de Madrid. Sus retratos transmiten una expresión casi escultórica a través de pinceladas precisas. Aunque Velázquez era un maestro de su oficio, durante toda su vida le asaltaron dudas sobre su arte y su vida. Se le consideraba una persona tranquila y reservada. Así lo expresó una y otra vez en sus cuadros. Son cuadros llenos de silencio, orden, simbolismo y misticismo. Las figuras de sus obras parecen a veces rígidas y de madera en su lenguaje corporal.
La vida era esquiva para Diego Velázquez, también dudaba de su eternidad. Pero fue precisamente a partir de esta duda que sus últimas pinturas se volvieron más experimentales. Los contornos claros se desdibujaron, muchas obras surgieron de forma inspirada mientras pintaba, ya no estaban minuciosamente diseñadas y preparadas. Fue precisamente este estilo el que influyó en muchos pintores posteriores como Francisco de Goya o el impresionista Édouard Manet. El simbolismo de sus obras abrió a los estudiosos muchas posibilidades de lectura e interpretación. Diego Velázquez murió en Madrid el 6 de agosto de 1660.
Diego Velázquez, nacido en Sevilla el 6 de junio de 1599, sigue siendo considerado uno de los retratistas más importantes de su época. Trabajó principalmente como pintor en la corte del rey español Felipe IV, donde creó la que probablemente sea su obra más conocida, "Las Meninas" (La familia real).
Diego Velázquez fue alumno de Peter Paul Rubens. Más tarde fue nombrado conservador de la Colección de Arte Real de Madrid. Sus retratos transmiten una expresión casi escultórica a través de pinceladas precisas. Aunque Velázquez era un maestro de su oficio, durante toda su vida le asaltaron dudas sobre su arte y su vida. Se le consideraba una persona tranquila y reservada. Así lo expresó una y otra vez en sus cuadros. Son cuadros llenos de silencio, orden, simbolismo y misticismo. Las figuras de sus obras parecen a veces rígidas y de madera en su lenguaje corporal.
La vida era esquiva para Diego Velázquez, también dudaba de su eternidad. Pero fue precisamente a partir de esta duda que sus últimas pinturas se volvieron más experimentales. Los contornos claros se desdibujaron, muchas obras surgieron de forma inspirada mientras pintaba, ya no estaban minuciosamente diseñadas y preparadas. Fue precisamente este estilo el que influyó en muchos pintores posteriores como Francisco de Goya o el impresionista Édouard Manet. El simbolismo de sus obras abrió a los estudiosos muchas posibilidades de lectura e interpretación. Diego Velázquez murió en Madrid el 6 de agosto de 1660.
Página 1 / 5