El danés Christen Dalsgaard nació el 30 de octubre de 1824 en la finca de Krabbesholm, cerca de Skive, en Jutlandia. Dalsgaard demostró su talento artístico desde muy joven. Por ello, se formó como pintor. En la primavera de 1841, el paisajista Niels Rademacher fue a visitar la granja de sus padres. Rademacher animó al joven artista a estudiar arte. Aceptó el consejo y ese mismo año viajó a Copenhague. En octubre comenzó sus estudios en la Real Academia Danesa de Bellas Artes. Christen Dalsgaard no sólo tenía talento, sino también una gran ambición. Además de sus estudios, el pintor se dedicó a llenar cuadernos de bocetos con paisajes, trajes y estilos de vida locales. Esta meticulosa colección constituyó durante toda su vida la base de su arte. Dalsgaard incluso dedicó toda su atención a los trajes típicos locales.rnbr/br/rnA diferencia de otros grandes pintores, Christen Dalsgaard no viajó al extranjero. En su lugar, se centró en temas más cercanos a su hogar. En 1847, el artista debutó en el palacio barroco de Charlottenborg, en el centro de Copenhague, donde expuso sus obras hasta su muerte. Su gran éxito llegó con el cuadro "Mormones visitando a un carpintero en el campo". Le siguieron otras obras destacadas como "El carpintero del pueblo trae un ataúd para un niño muerto" y "Dos mujeres visitan al artista del pueblo para ver la cruz funeraria encargada". No cabe duda de que Dalsgaard era un excelente retratista. Conocía su oficio y retrataba con gran detalle las herramientas y los trajes de la gente corriente. Sus instantáneas catapultaban al espectador al centro de la acción, casi como si observara la escena desde fuera. Aunque las imágenes eran estáticas, los efectos especiales les daban vida en un instante. La obra "El taller de un carpintero" deja la impresión de que la puerta se abrirá en cualquier momento y el aprendiz se pondrá a barrer las virutas caídas.rnbr/br/rnDalsgaard también ha aplicado hábilmente el juego de colores. Gracias a sofisticadas gradaciones de color, el espectador podía saber inmediatamente en qué momento del día se encontraba el tema. El pintor pasó los últimos años de su vida en Sorø, donde trabajó como profesor de dibujo en la Sorø Akademi hasta 1892. También tenía predilección por los motivos religiosos. Le gustaba especialmente pintar retablos. En 1861, este talento excepcional fue incluso galardonado con la Medalla Thorvaldsen por su obra "Procesión festiva eclesiástica de una mujer después del parto". Este premio fue concedido por la Real Academia Danesa de Bellas Artes. A partir de entonces, Dalsgaard pudo sumarse a la lista de renombrados galardonados que ya habían recibido este honor antes que él.
El danés Christen Dalsgaard nació el 30 de octubre de 1824 en la finca de Krabbesholm, cerca de Skive, en Jutlandia. Dalsgaard demostró su talento artístico desde muy joven. Por ello, se formó como pintor. En la primavera de 1841, el paisajista Niels Rademacher fue a visitar la granja de sus padres. Rademacher animó al joven artista a estudiar arte. Aceptó el consejo y ese mismo año viajó a Copenhague. En octubre comenzó sus estudios en la Real Academia Danesa de Bellas Artes. Christen Dalsgaard no sólo tenía talento, sino también una gran ambición. Además de sus estudios, el pintor se dedicó a llenar cuadernos de bocetos con paisajes, trajes y estilos de vida locales. Esta meticulosa colección constituyó durante toda su vida la base de su arte. Dalsgaard incluso dedicó toda su atención a los trajes típicos locales.rnbr/br/rnA diferencia de otros grandes pintores, Christen Dalsgaard no viajó al extranjero. En su lugar, se centró en temas más cercanos a su hogar. En 1847, el artista debutó en el palacio barroco de Charlottenborg, en el centro de Copenhague, donde expuso sus obras hasta su muerte. Su gran éxito llegó con el cuadro "Mormones visitando a un carpintero en el campo". Le siguieron otras obras destacadas como "El carpintero del pueblo trae un ataúd para un niño muerto" y "Dos mujeres visitan al artista del pueblo para ver la cruz funeraria encargada". No cabe duda de que Dalsgaard era un excelente retratista. Conocía su oficio y retrataba con gran detalle las herramientas y los trajes de la gente corriente. Sus instantáneas catapultaban al espectador al centro de la acción, casi como si observara la escena desde fuera. Aunque las imágenes eran estáticas, los efectos especiales les daban vida en un instante. La obra "El taller de un carpintero" deja la impresión de que la puerta se abrirá en cualquier momento y el aprendiz se pondrá a barrer las virutas caídas.rnbr/br/rnDalsgaard también ha aplicado hábilmente el juego de colores. Gracias a sofisticadas gradaciones de color, el espectador podía saber inmediatamente en qué momento del día se encontraba el tema. El pintor pasó los últimos años de su vida en Sorø, donde trabajó como profesor de dibujo en la Sorø Akademi hasta 1892. También tenía predilección por los motivos religiosos. Le gustaba especialmente pintar retablos. En 1861, este talento excepcional fue incluso galardonado con la Medalla Thorvaldsen por su obra "Procesión festiva eclesiástica de una mujer después del parto". Este premio fue concedido por la Real Academia Danesa de Bellas Artes. A partir de entonces, Dalsgaard pudo sumarse a la lista de renombrados galardonados que ya habían recibido este honor antes que él.
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