En los vastos paisajes de Gran Bretaña, envueltos en la tenue luz del cielo septentrional, surgió la vida de un extraordinario artista y botánico. Sir Cedric Lockwood Morris, nacido en Swansea el 11 de diciembre de 1889, produjo una rica gama de paisajes, retratos y naturalezas muertas, con especial predilección por las naturalezas muertas florales. Cada impresión artística de su obra resucita el sutil equilibrio de sus colores y formas, transportando al espectador al mundo estético que Morris creó de forma tan singular.
Nacido en el seno de la familia industrial de George Lockwood Morris, Cedric tuvo una vida variada, llena de aventuras y diversidad cultural. Sus primeros años transcurrieron en prestigiosos colegios como St Cyprian's School y Charterhouse School. A pesar del atractivo de una carrera militar, pero negado por un examen de ingreso fallido, Morris se sintió atraído por el resto del mundo. Sus viajes le llevaron de las granjas de Canadá a las vibrantes calles de Nueva York. A su regreso a Europa, se orientó hacia el mundo del arte. Tras formarse en canto en el Royal College of Music de Londres, sintió una vocación más profunda por la pintura. París se convirtió en su hogar artístico, donde estudió en la Académie Delécluse. El estallido de la Primera Guerra Mundial le hizo regresar a Gran Bretaña, donde, a pesar de las restricciones médicas, trabajó en los establos de Lord Rosslyn en Theale.
Sus profundas experiencias y encuentros dieron forma a la visión artística de Morris. Su amistad con el pintor neozelandés Frances Hodgkins y sus encuentros con el pintor y escultor Arthur Lett-Haines en Londres abrieron nuevos horizontes para su desarrollo artístico. Después de que la esposa de Lett-Haines, Gertrude Aimee Lincoln, regresara sola a Estados Unidos, Morris inició con él una colaboración que duraría toda la vida. Los años veinte fueron una época de intercambios y encuentros culturales para Morris. En París, formaron parte de una vibrante comunidad artística que incluía a grandes como Duchamp, Juan Gris, Fernand Léger, Peggy Guggenheim, Nancy Cunard y Hemingway. En 1924, tras su regreso a Londres, tuvo lugar su primera exposición. Los grabados artísticos de Cedric Lockwood Morris ofrecen una oportunidad inigualable de experimentar la riqueza y diversidad de su arte. Cada grabado es un testimonio de su firma distintiva y un reflejo de la vida y las pasiones de este notable artista. Reproducidas con el máximo cuidado, dan vida al estilo y la atmósfera únicos de sus obras originales, llevando a su hogar u oficina una parte del fascinante mundo de Sir Cedric Lockwood Morris.
En los vastos paisajes de Gran Bretaña, envueltos en la tenue luz del cielo septentrional, surgió la vida de un extraordinario artista y botánico. Sir Cedric Lockwood Morris, nacido en Swansea el 11 de diciembre de 1889, produjo una rica gama de paisajes, retratos y naturalezas muertas, con especial predilección por las naturalezas muertas florales. Cada impresión artística de su obra resucita el sutil equilibrio de sus colores y formas, transportando al espectador al mundo estético que Morris creó de forma tan singular.
Nacido en el seno de la familia industrial de George Lockwood Morris, Cedric tuvo una vida variada, llena de aventuras y diversidad cultural. Sus primeros años transcurrieron en prestigiosos colegios como St Cyprian's School y Charterhouse School. A pesar del atractivo de una carrera militar, pero negado por un examen de ingreso fallido, Morris se sintió atraído por el resto del mundo. Sus viajes le llevaron de las granjas de Canadá a las vibrantes calles de Nueva York. A su regreso a Europa, se orientó hacia el mundo del arte. Tras formarse en canto en el Royal College of Music de Londres, sintió una vocación más profunda por la pintura. París se convirtió en su hogar artístico, donde estudió en la Académie Delécluse. El estallido de la Primera Guerra Mundial le hizo regresar a Gran Bretaña, donde, a pesar de las restricciones médicas, trabajó en los establos de Lord Rosslyn en Theale.
Sus profundas experiencias y encuentros dieron forma a la visión artística de Morris. Su amistad con el pintor neozelandés Frances Hodgkins y sus encuentros con el pintor y escultor Arthur Lett-Haines en Londres abrieron nuevos horizontes para su desarrollo artístico. Después de que la esposa de Lett-Haines, Gertrude Aimee Lincoln, regresara sola a Estados Unidos, Morris inició con él una colaboración que duraría toda la vida. Los años veinte fueron una época de intercambios y encuentros culturales para Morris. En París, formaron parte de una vibrante comunidad artística que incluía a grandes como Duchamp, Juan Gris, Fernand Léger, Peggy Guggenheim, Nancy Cunard y Hemingway. En 1924, tras su regreso a Londres, tuvo lugar su primera exposición. Los grabados artísticos de Cedric Lockwood Morris ofrecen una oportunidad inigualable de experimentar la riqueza y diversidad de su arte. Cada grabado es un testimonio de su firma distintiva y un reflejo de la vida y las pasiones de este notable artista. Reproducidas con el máximo cuidado, dan vida al estilo y la atmósfera únicos de sus obras originales, llevando a su hogar u oficina una parte del fascinante mundo de Sir Cedric Lockwood Morris.
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