Esta obra fue creada durante el pico creativo de la corta vida del artista Egon Schiele. Unos años antes, Schiele había desarrollado su extraordinario y vanguardista estilo de dibujo, que le convirtió en una de las personalidades artísticas más importantes y destacadas del siglo pasado. En sus inconfundibles ilustraciones exploró las posibilidades expresivas del cuerpo alejadas del ideal tradicional de belleza. Contrapuso lo feo, lo grotesco, lo distorsionado, al entonces dominante culto a la belleza del modernismo vienés y, en consecuencia, avanzó hasta ser posiblemente el primer enfant terrible del modernismo. La ilustración de la mujer de pie con un chal azul ilustra el estilo de dibujo característico de Schiele. La figura de la dama, excesivamente esbelta, aparece deformada y demacrada por los trazos fragmentados y afilados. La impresión de morbilidad y fragilidad se ve reforzada por las líneas nerviosas y frágiles. Los acentos de color ejecutados tímidamente, que adornan todo el cuerpo de la mujer en tonos pálidos de verde, azul y rojo, la hacen parecer maltrecha y desgastada. Demacrada y resignada, mira hacia el suelo. El fondo monocromo la hace parecer aislada del mundo exterior. Sin embargo, los labios y los pezones de color rojo vivo contrastan con la tez pálida para transmitir un delicado erotismo. El tema antagónico del erotismo y la muerte es también un leitmotiv en la obra de Schiele. Las líneas de filigrana, marcadas en algunos puntos por salientes y hendiduras abruptas, representan un componente estilístico en la obra artística de Schiele. Mediante gestos enfáticamente expresivos, manipula los dibujos de desnudos para transmitir un lenguaje corporal cargado de psicología. Los temas de la tragedia y la deformación también sirven para trasladar los estados mentales a las composiciones pictóricas. En general, tenía un gran interés por las experiencias psicológicas límite y el lenguaje corporal de los enfermos mentales. Las representaciones explícitas de erotismo y sexualidad de Schiele, unidas a cuerpos desfigurados y encorvados, con extremidades a menudo cortadas, hicieron estallar las convenciones artísticas y morales de la época, hasta el punto de que fue condenado a prisión por "difundir dibujos indecentes". Hoy en día, sus obras alcanzan los mejores precios en el mercado internacional del arte.

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Desnudo femenino de pie con tela azul · Egon Schiele