Akseli Gallen-Kallela es una de las artistas finlandesas más conocidas. Nació en Pori en 1865 con el nombre civil de Axel Waldemar Gallén. Se hizo famoso por sus detalladas ilustraciones de la epopeya nacional finlandesa Kalevala. De este modo, el artista tuvo una influencia decisiva en la identidad finlandesa. El Kalevala es una de las obras literarias más importantes en lengua finlandesa.
Incluso hoy en día, Gallen-Kallela está considerada como una de las representantes más importantes del romanticismo nacional finlandés y de la escultura. El artista también se preocupó por la arquitectura y el diseño. Como es lógico, él mismo diseñó su casa y su estudio. Hoy, como museo, los edificios ofrecen una apasionante visión de la obra del artista. Gallen-Kallela procedía de una familia de clase media. A los once años, asistió a un internado en Helsinki. Fue en esta época cuando se desarrolló su interés por el arte. En su tiempo libre, tomó cursos de dibujo para aprender diferentes técnicas. A los 19 años dejó su país para estudiar pintura en la Académie Julian de París. Allí conoció a artistas y compañeros, como el pintor finlandés Albert Edelfelt y el escritor sueco August Strindberg. Tras sus estudios, su vida le llevó de vuelta a su tierra natal. Allí se casó y en los años siguientes nacieron tres hijos.
Su estilo cambió con el tiempo. Las primeras obras del artista eran de corte realista. Después de su estancia en Francia, los elementos del simbolismo francés y del Art Nouveau se encuentran cada vez más en sus obras. Además de pintar, creó frescos, se dedicó a la escultura e ilustró otras obras de la literatura finlandesa. Durante un tiempo, Akseli Gallen-Kallela fue miembro de la asociación de artistas "Die Brücke", a la que se unieron numerosos expresionistas y pioneros del modernismo. Pronto se dio cuenta de que no compartía sus puntos de vista y abandonó el grupo poco después. En 1895 sus obras se expusieron junto a las de Munch en Berlín. Uno de los hitos de su carrera fue representar a Finlandia en la Bienal de Venecia. El artista experimental probó numerosos estilos. Pero todas sus obras tienen algo en común: la estrecha conexión temática con su Finlandia natal y la cultura y tradición de ese país. Lo más sorprendente es su marcha a lugares lejanos en 1909, cuando pasó casi dos años con su familia en el África Oriental Británica. Durante este tiempo, produjo casi 150 cuadros expresionistas. En su agitada vida, Akseli Gallen-Kallela conoció a muchas personas famosas e influyentes, como Maxim Gorky y Gustav Mahler. Retrató a artistas influyentes de su época, como Edvard Munch y Jean Sibelius. Pasó sus últimos años junto a su familia en la colonia de artistas americanos de Taos. También allí la mitología finlandesa era uno de sus motivos pictóricos favoritos. En 1926 regresó a su tierra natal, donde murió de neumonía en 1931.
Akseli Gallen-Kallela es una de las artistas finlandesas más conocidas. Nació en Pori en 1865 con el nombre civil de Axel Waldemar Gallén. Se hizo famoso por sus detalladas ilustraciones de la epopeya nacional finlandesa Kalevala. De este modo, el artista tuvo una influencia decisiva en la identidad finlandesa. El Kalevala es una de las obras literarias más importantes en lengua finlandesa.
Incluso hoy en día, Gallen-Kallela está considerada como una de las representantes más importantes del romanticismo nacional finlandés y de la escultura. El artista también se preocupó por la arquitectura y el diseño. Como es lógico, él mismo diseñó su casa y su estudio. Hoy, como museo, los edificios ofrecen una apasionante visión de la obra del artista. Gallen-Kallela procedía de una familia de clase media. A los once años, asistió a un internado en Helsinki. Fue en esta época cuando se desarrolló su interés por el arte. En su tiempo libre, tomó cursos de dibujo para aprender diferentes técnicas. A los 19 años dejó su país para estudiar pintura en la Académie Julian de París. Allí conoció a artistas y compañeros, como el pintor finlandés Albert Edelfelt y el escritor sueco August Strindberg. Tras sus estudios, su vida le llevó de vuelta a su tierra natal. Allí se casó y en los años siguientes nacieron tres hijos.
Su estilo cambió con el tiempo. Las primeras obras del artista eran de corte realista. Después de su estancia en Francia, los elementos del simbolismo francés y del Art Nouveau se encuentran cada vez más en sus obras. Además de pintar, creó frescos, se dedicó a la escultura e ilustró otras obras de la literatura finlandesa. Durante un tiempo, Akseli Gallen-Kallela fue miembro de la asociación de artistas "Die Brücke", a la que se unieron numerosos expresionistas y pioneros del modernismo. Pronto se dio cuenta de que no compartía sus puntos de vista y abandonó el grupo poco después. En 1895 sus obras se expusieron junto a las de Munch en Berlín. Uno de los hitos de su carrera fue representar a Finlandia en la Bienal de Venecia. El artista experimental probó numerosos estilos. Pero todas sus obras tienen algo en común: la estrecha conexión temática con su Finlandia natal y la cultura y tradición de ese país. Lo más sorprendente es su marcha a lugares lejanos en 1909, cuando pasó casi dos años con su familia en el África Oriental Británica. Durante este tiempo, produjo casi 150 cuadros expresionistas. En su agitada vida, Akseli Gallen-Kallela conoció a muchas personas famosas e influyentes, como Maxim Gorky y Gustav Mahler. Retrató a artistas influyentes de su época, como Edvard Munch y Jean Sibelius. Pasó sus últimos años junto a su familia en la colonia de artistas americanos de Taos. También allí la mitología finlandesa era uno de sus motivos pictóricos favoritos. En 1926 regresó a su tierra natal, donde murió de neumonía en 1931.
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