En pleno Barroco, en una época de exploración y maestría artísticas, el 19 de marzo de 1695 vio la luz un talento notable, Christian Seybold. Seybold, bautizado en Neuenhain y fallecido más tarde en Viena, era un artista cuyas habilidades iban mucho más allá de los límites de su época. Fue un maestro de las cabezas de personajes, los llamados "tronies", así como de los retratos y autorretratos, que constituyen una excelente base para nuestras exquisitas estampas artísticas. Gran parte de los primeros años de la vida y la educación de Seybold permanecen ocultos en las brumas de la historia, pero ello no nos impide reconocer su rico legado. Fue uno de once hermanos, autodidacta y con un notable talento para el retrato. En 1715 se trasladó a Viena, donde se casó con Maria Elisabeth Wimmerin. Tras su trágica muerte y la de su hijo en común, encontró consuelo en un segundo matrimonio con Susanna Bellmonin. El destino de Seybold como artista quedó sellado en 1745, cuando fue nombrado pintor de la corte por Augusto III. Pocos años después se convirtió en pintor de cámara imperial de María Teresa y en asociado de la Academia de Viena.
El arte de Seybold es conocido por su impresionante atención al detalle y su capacidad para captar el alma de sus personajes. Sus cabezas de personajes están muy influidas por el Balthasar Denner, mientras que sus retratos muestran la influencia de Johann Kupezky y Rembrandt van Rijn. Una de sus pocas obras fechadas, el retrato del consejero imperial Johann Adam Questenberg, fue pintado entre 1723 y 1728 y posteriormente publicado como grabado. Es esta riqueza artística la que hace que nuestras impresiones artísticas de la obra de Seybold sean tan deseables.
En la actualidad, los originales de Seybold se encuentran en museos y colecciones de renombre de todo el mundo, como el Museo Barroco del Palacio Belvedere de Viena, la Pinacoteca de los Maestros Antiguos de Dresde, el Museo del Louvre de París y la Galería Uffizi de Florencia. Pero incluso si no tiene acceso a estas prestigiosas instituciones, puede llevar parte del genio de Seybold a su propia casa a través de nuestras impresiones artísticas. Al producir nuestras impresiones artísticas, siempre nos esforzamos por capturar la calidad y los matices de la obra original, haciendo justicia al logro del artista.
En pleno Barroco, en una época de exploración y maestría artísticas, el 19 de marzo de 1695 vio la luz un talento notable, Christian Seybold. Seybold, bautizado en Neuenhain y fallecido más tarde en Viena, era un artista cuyas habilidades iban mucho más allá de los límites de su época. Fue un maestro de las cabezas de personajes, los llamados "tronies", así como de los retratos y autorretratos, que constituyen una excelente base para nuestras exquisitas estampas artísticas. Gran parte de los primeros años de la vida y la educación de Seybold permanecen ocultos en las brumas de la historia, pero ello no nos impide reconocer su rico legado. Fue uno de once hermanos, autodidacta y con un notable talento para el retrato. En 1715 se trasladó a Viena, donde se casó con Maria Elisabeth Wimmerin. Tras su trágica muerte y la de su hijo en común, encontró consuelo en un segundo matrimonio con Susanna Bellmonin. El destino de Seybold como artista quedó sellado en 1745, cuando fue nombrado pintor de la corte por Augusto III. Pocos años después se convirtió en pintor de cámara imperial de María Teresa y en asociado de la Academia de Viena.
El arte de Seybold es conocido por su impresionante atención al detalle y su capacidad para captar el alma de sus personajes. Sus cabezas de personajes están muy influidas por el Balthasar Denner, mientras que sus retratos muestran la influencia de Johann Kupezky y Rembrandt van Rijn. Una de sus pocas obras fechadas, el retrato del consejero imperial Johann Adam Questenberg, fue pintado entre 1723 y 1728 y posteriormente publicado como grabado. Es esta riqueza artística la que hace que nuestras impresiones artísticas de la obra de Seybold sean tan deseables.
En la actualidad, los originales de Seybold se encuentran en museos y colecciones de renombre de todo el mundo, como el Museo Barroco del Palacio Belvedere de Viena, la Pinacoteca de los Maestros Antiguos de Dresde, el Museo del Louvre de París y la Galería Uffizi de Florencia. Pero incluso si no tiene acceso a estas prestigiosas instituciones, puede llevar parte del genio de Seybold a su propia casa a través de nuestras impresiones artísticas. Al producir nuestras impresiones artísticas, siempre nos esforzamos por capturar la calidad y los matices de la obra original, haciendo justicia al logro del artista.
Página 1 / 1