La palabra caricatura tiene sus raíces en el italiano, donde "caricare" significa "exagerar". Los caricaturistas retratan a las personas y a la sociedad de forma exagerada y distorsionada. No sólo los políticos y los personajes públicos son objeto de su atención, burla y humor venenoso. A finales del siglo XVIII, las caricaturas también se utilizaban para abordar cuestiones filosóficas sobre la naturaleza del ser humano. Por ejemplo, los artistas empezaron a mostrar criaturas hermafroditas que aparentemente se habían transformado en animales, vegetales y frutas según el lema "El hombre es lo que come".
En una época en la que la mayoría de la gente no sabía leer, el trabajo de los caricaturistas consistía en transmitir mensajes puntuales en las ilustraciones de los periódicos y las revistas que todo el mundo pudiera entender, incluso aquellos que no podían interpretar las letras sino sólo las imágenes.
Las caricaturas individuales se convirtieron más tarde en series de cuadros que contaban historias cortas en forma caricaturesca y satírica. Así nacieron los dibujos animados y el cómic. Las primeras caricaturas se publicaron en los periódicos. Por regla general, las caricaturas y los dibujos animados eran dibujos a carboncillo, lápiz o pluma que se coloreaban después sólo parcialmente. Hoy en día, las posibilidades de la caricatura y el cómic se han ampliado enormemente gracias a la impresión en color y los programas gráficos digitales.
Uno de los caricaturistas más famosos es Honoré Daumier (1808-1879), también conocido como el "padre de la caricatura moderna". Como socialista, en sus grabados se burlaba sobre todo de los políticos franceses del campo reaccionario. El pintor Lyonel Feininger (1871-1956) también trabajó con éxito como ilustrador y caricaturista durante mucho tiempo antes de su carrera como pintor. Henri de Toulouse Lautrec (1864-1901) o George Grosz (1893-1959) utilizaron el medio de la caricatura en sus obras pictóricas.
Cómics y caricaturas
La palabra caricatura tiene sus raíces en el italiano, donde "caricare" significa "exagerar". Los caricaturistas retratan a las personas y a la sociedad de forma exagerada y distorsionada. No sólo los políticos y los personajes públicos son objeto de su atención, burla y humor venenoso. A finales del siglo XVIII, las caricaturas también se utilizaban para abordar cuestiones filosóficas sobre la naturaleza del ser humano. Por ejemplo, los artistas empezaron a mostrar criaturas hermafroditas que aparentemente se habían transformado en animales, vegetales y frutas según el lema "El hombre es lo que come".
En una época en la que la mayoría de la gente no sabía leer, el trabajo de los caricaturistas consistía en transmitir mensajes puntuales en las ilustraciones de los periódicos y las revistas que todo el mundo pudiera entender, incluso aquellos que no podían interpretar las letras sino sólo las imágenes.
Las caricaturas individuales se convirtieron más tarde en series de cuadros que contaban historias cortas en forma caricaturesca y satírica. Así nacieron los dibujos animados y el cómic. Las primeras caricaturas se publicaron en los periódicos. Por regla general, las caricaturas y los dibujos animados eran dibujos a carboncillo, lápiz o pluma que se coloreaban después sólo parcialmente. Hoy en día, las posibilidades de la caricatura y el cómic se han ampliado enormemente gracias a la impresión en color y los programas gráficos digitales.
Uno de los caricaturistas más famosos es Honoré Daumier (1808-1879), también conocido como el "padre de la caricatura moderna". Como socialista, en sus grabados se burlaba sobre todo de los políticos franceses del campo reaccionario. El pintor Lyonel Feininger (1871-1956) también trabajó con éxito como ilustrador y caricaturista durante mucho tiempo antes de su carrera como pintor. Henri de Toulouse Lautrec (1864-1901) o George Grosz (1893-1959) utilizaron el medio de la caricatura en sus obras pictóricas.
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